tecnología y del comportamiento del mercado en dependencia de la evolución pandémica
ha provocado que los emprendedores afronten muchos riesgos (Harms, Alfert, Cheng, &
Kraus, 2021). Aunque, algunos restaurantes invierten en el área tecnológica de forma
limitada porque tienden a buscar el rendimiento de su inversión a corto plazo y a veces el
valor de la tecnología no es apreciado como forma para mejorar sus operaciones
(Lepkowska-White, 2017). Sin embargo, las Tecnologías de Información y
Comunicación (TICs) podrían incrementar la eficiencia de una empresa, debido a que
pueden crear una interacción masiva entre los agentes de la cadena de valor gastronómica-
turística y establecer modelos de negocio con altos grados de innovación no solo en la
relación con los clientes, sino incluso con los proveedores, agricultores, entre otros
(Farrell et al., 2020).
La capacidad de innovar, reflexionar y transformar propuestas para responder a las
demandas sociales en los establecimientos de restauración es esencial (Farrell et al.,
2020). No obstante, como todo cambio, esto ha implicado complicaciones. De hecho, la
interacción virtual en muchos negocios de la hospitalidad ha ganado muchos adeptos. Sin
embargo, el comercio electrónico aún provoca desconfianza en algunos usuarios,
especialmente en los mecanismos de transacción comercial electrónica (Mehrolia,
Alagarsamy, & Solaikutty, 2020). A pesar de aquello, cada vez más los emprendimientos
en el sector de la hospitalidad incursionan en una serie de estrategias tecnológicas, a
diferentes escalas de inversión y complejidad (Dossena, Mochi, Bissola, & Imperatori,
2021; Garibaldi & Pozzi, 2020).
Entre las estrategias más básicas se puede nombrar la incursión en redes sociales, pasando
por el diseño de aplicaciones móviles para entregas a domicilio, softwares de facturación,
páginas web con elementos ligados al servicio a domicilio, control de costos,
presupuestos e inventario, alianzas con proveedores tecnológicos (Uber Food y otros),
aplicaciones propias, entre otras. Sin embargo, la incursión en uno u otra plataforma
dependerá de los objetivos propios de cada empresa (Dossena et al., 2021). Incluso en la
actualidad se puede establecer estrategias ancladas a la ciencia de datos (Li, Xu, Tang,
Wang, & Li, 2018). Estos métodos han provocado que las empresas, tanto públicas como
privadas se relacionen con el cliente, sin tener la necesidad de un contacto físico. El uso
de bases de datos y de software especializado, aplicado a un proceso administrativo
correcto, puede permitir niveles de competitividad altos. Sin embargo, no todas las
empresas pueden incursionar en esto y no todos los clientes pueden adaptarse a la
tecnología (Baiomy, 2021).
Sin duda, la COVID-19 ha supuesto un gran reto en torno a la implementación de
tecnología en los negocios gastronómicos, ya que ha cambiado radicalmente el
comportamiento del consumidor. En una mano está la viabilidad económica de su uso en
tiempos de crisis e incertidumbre. En otra mano, está la seguridad de los clientes al
incursionar en ellas (Baiomy, 2021). La repetida reactivación turística –que considera
solo aspectos económicos- necesita de diferentes estrategias regenerativas que consideren
no solo el crecimiento, sino un amplio abanico de posibilidades en la cadena de valor en
donde la tecnología es una estrategia, más no el elemento central. Un elemento importante