ene - jun 2025
Vol. 6 - Núm. 10
e-ISSN 2600-6006
Revista Cientíca Multidisciplinaria
ULEAM Bahía Magazine (UBM)
HÁBITOS ALIMENTICIOS,
ACTIVIDAD FÍSICA Y PATRONES DE SUEÑO EN ESCOLARES
DE SALTILLO, COAHUILA
Eating habits, physical activity and sleep patterns
in schoolchildren from Saltillo, Coahuila.
Resumen
Objetivo: conocer los hábitos alimenticios, actividad física y patrones de sueño en
una muestra de escolares de la ciudad de Saltillo, Coahuila por medio de un estudio
cuantitativo, exploratorio y de corte transversal. Participantes: La muestra estuvo
comprendida por 264 participantes, 59.1% fueron hombres y el 40.9% mujeres con un
promedio de edad de 10 años (D.E. 1.87). Instrumentos: Cuestionario comprendido por
las escalas El “Cuestionario de hábitos de vida saludables de alimentación y actividad
física” CHVSAAF y cuestionario “Children Sleep Habits Questionnaire” CSHQ en su
traducción y validación al español. Resultados: la alimentación se correlacionó con la
actividad física y el sueño de manera positiva (r=.809, p=.000; r=.750, p=.000); a su vez la
actividad física se relacionó de manera positiva con el sueño (r=.748, p=.000), Discusion
Existe una correlación positiva entre las variables de Alimentación, Actividad física y
patrones de sueño, además de que, en el modelo de regresión lineal, la alimentación es
explicada la actividad física y los patrones de sueño.
Palabras clave: hábitos alimenticios, Actividad física, Sueño, escolares
Abstract
Objective: to know the eating habits, physical activity and sleep patterns in a sample of
schoolchildren from the city of Saltillo, Coahuila through a quantitative, exploratory and
cross-sectional study. Participants: The sample was comprised of 88 participants, 59.1%
were men and 40.9% women with a mean age of 10 years (S.D. 1.87). Instruments:
Questionnaire comprised of the scales The “Questionnaire of healthy eating and physical
activity habits” CHVSAAF and questionnaire “Children Sleep Habits Questionnaire”
CSHQ in its translation and validation into Spanish. Results: Diet was positively
correlated with physical activity and sleep (r=.809, p=.000; r=.750, p=.000); In turn,
physical activity was positively related to sleep (r=.748, p=.000). Conclusions There is
a positive correlation between the variables of food, physical activity and sleep patterns,
in addition to the fact that, in the linear regression model, food is explained by physical
activity and sleep patterns.
keywords: eating habits, physical activity, sleep, schoolchildren
Martin Carlos Hernández Ruiz
https://orcid.org/ 0009-0001-1695-4373
carlos_hernandez@uadec.edu.mx
Universidad Autónoma de Coahuila,
México
Alicia Deyanira Rodríguez Saucedo
https://orcid.org/ 0000-0001-5096-7410
aliciasaucedo@uadec.edu.mx
Universidad Autónoma de Coahuila,
México.
Recibido: 27/07/2024 – Revisado: 30/08/2024 - Publicado: 05/01/2025
DOI: https://doi.org/10.56124/ubm.v6i10.001
1
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Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM) - Ecuador
2
Introducción
Entre las investigaciones realizadas en cuanto al tema de la
obesidad, se encuentra la realizada por Muñoz y Arango (2017),
en la que realizaron un análisis, para posteriormente presentar
un enfoque denominado el Enfoque de Sistemas Complejos, en
el que se analizan los factores individuales y contextuales que
inuyen en este fenómeno, en el que mencionan que se obtienen
mejores resultados si se estudian juntos y no por separado,
además de que se necesita, para su estudio, de un equipo
interdisciplinario, formado por nutriólogos, médicos pediatrías,
psicólogos, estadísticos, ingenieros, etc.
Uno de los temas que se ha estudiado, es el referente a las
consecuencias de la obesidad infantil, en el que se ha encontrado que
los niños con sobrepeso, tienen mayor riesgo presentar resistencia
a la hiperinsulinemia, insulina, hipertensión, dislipidemia o altos
niveles de colesterol y triglicéridos; hiperuricemia (exceso de
ácido úrico en la sangre), hiperandoginismo, síndrome de ovario
poliquístico, aumento en la ltración glomerular y asma, etc.
(Delgado et al., 2021; Llorente-Cereza Ma, Teresa et al., 2020;
López-Galisteo et al., 2022).
En la actualidad se estudia la variable de estilos de vida
saludables, como es el caso de una investigación que tuvo como
objetivo el describir los estilos de vida saludables en escolares
y en adolescentes en Barranquilla, y que como conclusiones
encontraron que se la ventaja que tiene las alteraciones en alguno
de los componentes permite que se pueda poner en marcha
intervenciones para mejorar estas áreas de oportunidad (Campo-
Ternera et al., 2017), y de esta manera se podrá mejorar la calidad
de vida y prevenir posibles enfermedades metabólicas en futuras
etapas de vida (Lema et al., 2021).
Una de las principales actividades de los niños en esta edad es
el asistir a la escuela, es por esto que se han realizado estudios
que buscan incluir a este espacio como una de las variables que
pueden apoyar para promover y adquirir estos estilos de vida
saludables; entre los resultados obtenidos en estos estudios es
que, este espacio, es para muchos escolares, la única opción para
adquirir dichos estilos de vida saludables (Unzueta et al., 2019),
además de que se tiene la oportunidad de utilizar a los docentes
como parte del equipo de trabajo y como agentes de cambio, ya
que se han encontrado mejores resultado en las intervenciones,
cuando el docente se siente parte de la solución y que no lo ve
como una problemática que debe ser atendida únicamente por los
profesionales de la salud (Mendoza-Charris et al., 2021).
En esta época donde los aparatos electrónicos son usados cada
vez con más naturalidad por los niños, son una herramienta
que se puede utilizar a favor de la adquisición de los estilos
de vida saludables, ya que los estudios que mejores resultados
han obtenido son los que incluyen el uso de Tecnologías de
información y comunicación de manera razonable, lógica y
principalmente saludablemente (Diego-Cordero et al., 2017).
También teniendo en cuenta que otros estudios han encontrado
que en muchas ocasiones el entretenimiento en dichos aparatos
reemplaza la actividad física causando la nula actividad en los
escolares (Vázquez Sánchez et al., 2017).
De entre las investigaciones que se han realizado acerca del
tema del sobrepeso y la obesidad, se tiene la realizada por Díaz
Martín (2017), en el que realizó una revisión sistemática de la
literatura, con una muestra de 48 artículos con población infantil,
y que concluye que las mejores intervenciones para disminuir el
IMC son las que incluyen múltiples componentes, como lo son
el cambio de alimentación y hábitos saludables, aumento en la
actividad física, además de incorporar a la familia e iniciar con
estos programas a una temprana edad.
En diferentes investigaciones se ha explorado la relación
de los hábitos alimenticios con el sobrepeso, en los que se ha
encontrado que los escolares consumen principalmente alimentos
hipercalóricos y con un exceso de azucares renadas que en
muchas ocasiones suelen ser más accesibles que la comida
saludable (Acosta Castillo et al., 2018;Acosta Castillo, Lina
Marcela; Buitrago Zambrano; Adriana Lucia, Parra Rodríguez,
2018; Álvarez Ochoa et al., 2017; Padilla-Vinueza et al., 2022;
Ramírez-Izcoa et al., 2017). Por lo anterior, diversos estudios se
han propuesto estudiar como los hábitos alimentarios inuencian
el peso de los infantes.
Entre los programas enfocados a mejoras los hábitos alimenticios,
se encuentra el realizado por Pareja Sierra, Sara Lucía, Roura
Carvajal, Elena; Milà-Villarroel, Raimon y Adot Caballero
(2018), el cual estaba enfocado en adolescentes de 13 y 14 años, y
cuyos principales hallazgos fueron, que los adolescentes cuentan
en su mayoría con malos hábitos alimenticios y baja actividad
física, además de que la etapa de cambio entre la infancia y la
adolescencia se acompaña de una marcada disminución en la
conducta de alimentaria saludable y concuerdan en que, es
mejor intervenir a edades más tempranas, para la adquisición y
mantenimiento de hábitos alimentarios saludables.
Los estudios que mejores resultados han encontrado en cuanto
a la adquisición de hábitos alimenticios y con esto bajar el IMC
de manera sostenida son los que no solo se enfocan en estos,
sino que además le dan importancia a otras variables como la
actividad física; entre los resultados obtenido por investigaciones
que tienen en cuenta estas dos variables encontramos que, en la
etapa escolar se suelen obtener buenos resultados para tener un
IMC más saludable y que son útiles para adquirir conocimientos
básicos (Pardos-Mainer et al., 2021; Villa et al., 2020) y además, si
se cuenta con la ayuda de la familia, con el consumo de alimentos
más saludables y la práctica de actividad física, los resultados
son mejores y más perdurables en el tiempo (Edith Pompa et
al., 2018; Juan et al., 2017; López-Gil et al., 2020; Martín et al.,
2019).
Entre las investigaciones que solo incluyen únicamente la
variable de actividad física, se ha encontrado que los programas
de intervención tienen a aumentar el tiempo que se dedica a las
actividades físicas y que estas no solo aumentaron la frecuencia
de las sesiones de ejercicio en niños activos, sino que también
las aumentaron en los niños que son sedentarios, esto toma
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relevancia sobre todo en las niñas, ya que a medida que se van
acercado a la adolescencia, van perdiendo cada vez más el interés
en las actividades físicas (Gatica-Domínguez et al., 2019; López-
Alonzo et al., 2021).
Algunas de las dicultades que se presentan a la hora de realizar
alguna actividad física, se encuentra que en la actualidad el uso de
aparatos electrónicos en los infantes es cada vez más común, por
el fácil acceso que se tiene a ellos, por lo que las intervenciones
también se han enfocado en que se utilicen en menor medida el
uso de celulares, tablets y videojuegos para invertir ese tiempo
libre o de recreación en la práctica de alguna actividad física,
además de poder utilizar estos dispositivos electrónicos en favor
de la movilidad de los escolares, aprovechando plataformas
disponibles para este n (Lozano-Sánchez et al., 2019; Urbano
Arcos & Beltrán Gómez, 2020).
En cuanto al tema de los patrones de sueño y su relación con el
sobrepeso, se encontró que existe una relación entre la obesidad
y el horario de las comidas, sobre todo tardías, menos consumo
calórico en la mañana y mayor por la noche, además de la
diferencia entre las horas de sueño entre los nes de semana y los
días entre semana, se relacionó positivamente con un mayor peso
corporal (Gavela-Pérez et al., 2023). Además este fenómeno se
retroalimenta, ya que se reporta que la presencia de grasa corporal
por pliegues cutáneos, o cuando estos se convierte por valores
porcentuales de grasa, se asocia con una corta duración del sueño
en escolares y adolescentes; además de que el contar con mayor
adiposidad en el cuello se relaciona con un menor número de
horas de sueño entre semana, además de roncar, esto se presenta
con mayor frecuencia en hombres que en mujeres (Cárdenas-
Villarreal et al., 2021).
La etapa escolar es considerada de formación e individualización,
en el que se forma la identidad de los infantes con base en
sus relaciones familiares, su grupo de pares y los códigos
que comparten con ellos. Además de que en el contacto
social, es donde se apropian de las costumbres inherentes a la
alimentación que son socialmente condicionadas, sostenibles y
que, posteriormente transmitirán a sus mismos pares, creando
una sociabilización en cuanto a los alimentos y el proceso de
prepararlos, comprarlos y consumirlos, además de que lo mismo
sucede con temas relacionado como el ejecutar alguna actividad
física, los hábitos alimenticios y la conformación de la imagen
corporal, que contienen un componente social, familiar y de pares
(Dune Gilman, 2018; Lamarquea & Ordena, 2017).
Metodología
ECon el objetivo de conocer los hábitos alimenticios, de actividad
física y de sueño de escolares en la ciudad de Saltillo se llevó
a cabo una investigación cuantitativa, predictivo transversal
y de corte trasversal. (Cadena-Iñiguez et al., 2017) menciona
que la investigación cuantitativa produce el conocimiento
desde la producción de datos numéricos; en donde se recogen y
posteriormente se analizan los datos numéricos provenientes de
encuestas, y que auxilian a generar y comprobar hipótesis. Los
estudios transversales son estudios de medición de un momento
en el que no se hay intervención (Rodríguez & Mendivelso,
2021).
En lo referente al sueño y a los hábitos alimenticios se ha
encontrado que un patrón de alimentación no ecaz en los
escolares se relaciona con la mala calidad del sueño, ya que la
mala calidad de la alimentación, en cuanto a la calidad, cantidad
y rutina de horario inuye en la calidad del sueño y por ende en
que los niños se sientan cansados a lo largo del día y por ende
con menos energía para realizar actividad física (Martil Marcos
et al., 2019)
Participantes.
La muestra se recolecto a través de un muestreo no probabilístico
por voluntarios, se obtuvo una muestra de 264 participantes. El
59.1% fueron hombres y el 40.9% fueron hombres, con una edad
media de 10 años (D.E. 1.87); de ellos el 29.5% cursaban el sexto
grado, 23.9% el quinto grado, 14.8% el cuarto grado, 20.5% el
tercero y 4.5% y 6.8% el segundo y primer grado respectivamente.
Los criterios de inclusión fueron que los participantes estuvieran
en la edad escolar, es decir de los 6 a los 12 años, que pertenecieran
a la ciudad de Saltillo, Coahuila, que quisieran participar y que
contaran con la aprobación de sus padres para poder contestar el
cuestionario. Los criterios de exclusión son que no cumplan con
cualquiera de los criterios de inclusión y/o que no contestaran por
completo el cuestionario.
Instrumentos.
Para la recolección de dato se utilizó el instrumento con el que se
trabajó en la investigación de Martil Marcos et al. (2019), el cual
fue creado ad-hoc, y está compuesto por ítems de instrumentos
validados para estas variables. El “Cuestionario de hábitos de
vida saludables de alimentación y actividad física” CHVSAAF
(Guerrero et al., 2014) conformado por 27 reactivos, aportó un
total de 22 items, 8 para el patrón de actividad física y 14 del patrón
de alimentación. Para evaluar los hábitos de sueño-descanso se
tomaron 13 de los 26 reactivos, del cuestionario “Children Sleep
Habits Questionnaire” CSHQ, en su traducción y adaptación para
el contexto español (Pin Arboledas et al., 2011). La abilidad de
estos instrumentos es de .80 para el primer cuestionario y de .81
para el segundo cuestionario.
Las opciones de respuesta de los dos cuestionarios fueron tipo
Likert de 4 opciones “a diario”, “habitualmente”, “pocas veces”,
“nunca”.
Procesamiento de datos.
El instrumento se aplicó a través de un formulario de Google
Forms ®, este fue difundido a través de redes sociales entre los
meses de marzo a mayo de 2022. A través de este se solicitó el
consentimiento informado de los padres de los participantes y
la participación de lo escolares, asegurando la condencialidad
y anonimato de sus respuestas, además de que el uso que se le
daría a los datos sería únicamente con nes académicos y de
investigación. Quienes decidieran no participar en el estudio
tenían la oportunidad, en la primera pregunta, de negarse y salir
del cuestionario.
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Los datos se procesaron en el programa estadístico SPSS-22, en
una primera instancia se analizaron los datos estadísticos para
las 3 subescalas utilizadas. Se adquirieron la media aritmética,
la desviación estándar, asimetría y curtosis. Posteriormente se
realizaron la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov.
En una siguiente instancia se obtuvieron las correlaciones de
Pearson con las puntuaciones de las tres subescalas con niveles de
signicancia de p≤.010 y p≤.050; posterior a esto y conociendo
las correlaciones existentes entre las variables se procedió a
realizar un modelo de regresión lineal múltiple por el método de
pasos sucesivos.
Resultados
En la Tabla 1 se observan los resultados de las pruebas de nor-
malidad, en las que la signicancia es de .000 en las pruebas de
Kolmogorov-Smirnov, pero al apegarnos al teorema central del
límite, el cuál menciona que después de los 100 casos de estudio,
se asume que los resultados presentaran normalidad en su distri-
bución (Alvarado & Batanero, 2008).
Tabla 1
Pruebas de normalidad.
Kolmogorov-SmirnovaShapiro-Wilk
Estadístico gl Sig. Estadístico gl Sig.
Alimentación .089 264 .000 .985 264 .008
Actividad Física .095 264 .000 .979 264 .001
Sueño .126 264 .000 .968 264 .000
a. Corrección de signicación de Lilliefors
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 2 se observan los porcentajes de las puntuaciones de
las de las 3 subescalas, la media de la alimentación fue de 64.96
(D.E. 14.94), de actividad física 57.62 (23.48) y para sueño fue
de 53.18 (D.E 17.72). Tabla 2
Estadísticos Descriptivos
Alimentación Actividad física Sueño
NVálido 264 264 264
Perdidos 0 0 0
Media 64.962 57.6233 53.1818
Mediana 69.167 64.2857 55.6818
Moda 70.0 64.29 61.36
Desviación estándar 14.9419 23.48675 17.72649
Varianza 223.260 551.628 314.228
Rango -.562 -.715 -.135
Estadísticos .257 .257 .257
-.606 -.730 -.621
N.508 .508 .508
En la tabla 3 se muestran las correlaciones entre las subescalas
de alimentación, actividad física y sueño; la alimentación se
correlacionó con la actividad física y el sueño de manera positiva
(r=.809, p=.000; r=.750, p=.000); a su vez la actividad física se
relacionó de manera positiva con el sueño (r=.748, p=.000), lo
que quiere decir, que a mayor cantidad alimentación aumenta
la actividad física, lo mismo sucede con las otras variables
correlacionadas.
Tabla 3
Correlaciones
Fuente: Elaboración propia
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Alimentación Actividad física Sueño
Alimentación Correlación de Pearson 1 .809** .750**
Sig. (bilateral) .000 .000
Actividad física Correlación de Pearson .809** 1 .748**
Sig. (bilateral) .000 .000
Sueño Correlación de Pearson .750** .748** 1
Sig. (bilateral) .000 .000
**. La correlación es signicativa en el nivel 0,01 (2 colas).
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 4 se presenta el resumen del modelo de regresión
lineal, el cual, al ser por pasos arrojó dos modelos, el segundo
y más alto predice que el 44% (p=.000) de la alimentación está
determinado por la actividad física y los patrones de sueño.
Tabla 4
Resumen del modelo
Modelo R R cuadrado R cuadrado ajustado Error estándar de la estima-
ción
1 .445a.198 .192 4.947
a. Predictores: (Constante), Sueño, Actividad Física
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 5 se muestran los resultados del ANOVA, el cual,
muestra que el modelo es signicativo (F=32.222, p≤.000)
Tabla 5
ANOVA
Modelo Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.
1 Regresión 1577.287 2 788.644 32.222 .000b
Residuo 6387.986 261 24.475
Total 7965.273 263
a. Variable dependiente: Alimentación
b. Predictores: (Constante), Sueño, Actividad Física
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 6 se muestran los resultados de los coecientes, en el
segundo modelo los coecientes beta son de .292 para la actividad
física y de .285 para los patrones de sueño
Tabla 6
Coecientes
Modelo
B
Coecientes no estandarizados
Coecientes
estandarizados
t Sig.Error estándar Beta
1 (Constante) 25.912 2.132 12.151 .000
Actividad Física .473 .091 .292 5.183 .000
Sueño .290 .057 .285 5.055 .000
a. Variable dependiente: Alimentación
Fuente: Elaboración propia
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Discusión
Tomando en cuenta la información obtenida en la literatura, los
datos descriptivos obtenidos en la presente investigación no
concuerdan, ya que diferentes autores (Acosta Castillo et al.,
2018; Acosta Castillo, Lina Marcela; Buitrago Zambrano; Adriana
Lucia, Parra Rodríguez, 2018; Álvarez Ochoa et al., 2017; Padilla-
Vinueza et al., 2022; Ramírez-Izcoa et al., 2017) mencionan que
los escolares suelen tener malos hábitos alimenticios, mientras
que en nuestra muestra el porcentaje medio de la escala es de
64%, que si bien no es completamente alto, se podría considerar
como un porcentaje aceptable.
En cuanto a la relación entre los hábitos alimenticios y la
actividad física los resultados del presente estudio concuerdan
lo mencionado con por la literatura, ya que en el tanto en las
correlaciones como en el modelo de regresión lineal, el ejercicio
y la alimentación se correlacionaron y el primero explica al
segundo; esto es aludido por los autores Pardos-Mainer et al.
(2021) y Villa et al. (2020), que mencionan que estas variables
están relacionadas y que además, los programas de intervención
que mejor funcionan son los que incluyen al menos estas dos
variables en su intervención.
En lo referente al sueño, la presente investigación también
concuerda con lo encontrado en la literatura ya que como
menciona Martil Marcos et al. (2019), el tener malos hábitos
alimenticios repercute de manera directa con la calidad del sueño,
ya que los patrones de alimentación pueden estar alterados no
solamente en cantidad y calidad, sino también en horarios, con
lo que, si los escolares no consumen sus alimentos en un horario
pertinente, se pueden ver alterados sus patrones de sueño; además
de que si tomamos en cuenta estas dos variables, los malos
patrones de horario de alimentación y de sueño, los escolares
tendrían menos energía y por esta razón, Tendrían menos ganas
de realizar actividades físicas.
Conclusiones
Existe una relación positiva entre la alimentación, la actividad
física y los patrones de sueño, mientras que al pasar estas variables
por medio de un modelo de regresión lineal, la alimentación
es explicada por la actividad física y los patrones de sueño, es
decir, al tener mejores patrones de sueño y de actividad física, la
alimentación tiende a ser mejor
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