ene - jun 2024
Vol. 5 - Núm. 8
e-ISSN 2600-6006
Revista Cientíca Multidisciplinaria
ULEAM Bahía Magazine (UBM)
TENDENCIAS HISTÓRICAS
DEL PROCESO DE FORMACIÓN CONTINUA
DEL INVESTIGADOR CRIMINALISTA EN CUBA.
Historical trends of the continuous training process
of the criminal researcher in Cuba.
Resumen
El actual sistema de formación continua de los profesionales cubanos tiene su origen
en los profundos razonamientos teóricos y pensamiento pedagógico expuestos por el
invicto comandante en jefe Fidel Castro Ruz, al considerar que es preciso educar a
todos, aprender toda la vida, todos los días aprender algo nuevo y aprovecharlo para
saber más que el día anterior. El proceso de formación de las fuerzas policiales Cuba
reviste un marcado interés teniendo en cuenta la necesidad de intensicar su preparación
y constante actualización. Especial atención se le atribuye a este proceso formativo,
el cual proporciona respuesta a las necesidades sociales y a la posibilidad de elevar el
desempeño formativo de los egresados universitarios. El presente trabajo parte de una
investigación de Maestría en Gestión de Procesos Formativos Universitarios, y tiene
como objetivo caracterizar las tendencias históricas del proceso de formación continua
del egresado de Investigación Criminalista y su gestión en el contexto cubano para
analizar su comportamiento tendencial; exaltándose su pertinencia en la adquisición de
los conocimientos por parte de estos egresados. Para el desarrollo de la investigación se
emplearon diferentes métodos teóricos y empíricos como análisis-síntesis, encuestas,
entrevistas, el análisis documental y la observación los que respondieron al objetivo
planteado. Esta investigación aspira a que se le brinde mayor importancia al estudio del
comportamiento tendencial del proceso de formación continua de este profesional.
Palabras clave: Gestión; proceso de formación continua, investigador criminalista.
Abstract
The current system of continuous training of Cuban professionals has its origin in the deep
theoretical reasoning and pedagogical thought exposed by the undefeated Commander
in Chief Fidel Castro Ruz, considering that it is necessary to educate everyone, learn all
your life, learn every day something new and take advantage of it to learn more than the
day before. The training process of the police forces in our country is of marked interest,
considering the need to intensify their preparation and constant updating. Special
attention is attributed to this training process, which provides a response to social needs
and the possibility of raising the training performance of university graduates. The
present work is based on an investigation that is carried out in the masters degree in
management of University Training Processes, the objective of which is to characterize
the historical trends of the process of continuous training of the Criminal Investigation
graduate and its management in the Cuban context to analyze the behavior of this trend
study, exalting its relevance in the acquisition of knowledge by these graduates. For the
development of the research, dierent theoretical and empirical methods were used, such
as analysis-synthesis, surveys, interviews, documentary analysis and observation, which
responded to the stated objective. This research aspires to give greater importance to the
historical analysis and the study of the trend behavior of the continuous training process
of this professional.
keywords: Management; continuous training process, criminal researchers.
Yosbanis Sanz Benítez
https://orcid.org/0000-0003-2625-9427
yovo@nauta.cu
Instituto Superior Hermanos Marañón,
Santiago de Cuba, Cuba
Yaritza Tardo Fernández
https://orcid.org/0000-0002-9710-1371
tardo@uo.edu.cu
Centro de Estudios Pedagógicos Uni-
versidad de Oriente, Cuba
Ivón Beatriz Fonseca Rodríguez
https://orcid.org/0009-0001-3367-5421
tardo@uo.edu.cu
Rafael Rodríguez”, Cuba.
Recibido: 08/07/2023 – Revisado: 16/10/2023 - Publicado: 06/01/2024
DOI: https://doi.org/10.56124/ubm.v5i8.0005
Cita sugerida APA - 7ma. Edición
Sanz , Y., Tardo, Y., & Fonseca, I. (2024).Tendencias históricas del proceso de
formación continua del investigador criminalista en Cuba. ULEAM Bahía Magazine,
31-36. Obtenido de https://revistas.uleam.edu.ec/index.php/uleam_bahia_magazine/
article/view/435
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Revista Cientíca Multidisciplinaria ULEAM Bahía Magazine (UBM)
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM) - Ecuador
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Introducción
Los antecedentes del proceso de formación continua del
investigador criminalista en Cuba, ha mostrado un comportamiento
similar al seguido por otros países. La Instrucción Policial tiene
su origen a nales del siglo XIX, a partir de la vigencia del
Código Penal de 1870 y la Ley de Enjuiciamiento Criminal de
1889 de España.
La policía de La Habana se constituye en enero de 1899, como
auxiliares de las funciones judiciales, era la encargada de
investigar, descubrir y detener a los autores comisores de delitos,
dándole cuenta al Juez de Instrucción, que formaba parte del
órgano de administración de justicia.
En la etapa pre-revolucionaria, en 1909, se crea el negociado de
Policía Judicial, deniéndose como auxiliar de los tribunales,
jueces y scales en la investigación de los hechos punibles. Esta
Policía Judicial, como cuerpo independiente, fue instituido por
ley el 26 de febrero de 1910, conformándose los sujetos activos
que intervendrían en el procedimiento jurídico penal, es decir: el
juez de instrucción, scal y la policía judicial, subordinados a la
Secretaría de Justicia. En el año 1914, se regula su obligatoriedad
de investigar y practicar las diligencias necesarias para comprobar
el delito, descubrir sus autores, recoger los instrumentos y pruebas
del hecho punible.
Durante este período se decidió realizar una preparatoria para la
especialización del policía judicial permitiéndoseles un mayor
nivel de conocimiento para la investigación y esclarecimiento de
los delitos, lo que permitió delimitar las funciones del scal, el
juez de instrucción, y del propio policía judicial, convirtiendo al
scal y juez de instrucción en contrapartida del policía judicial.
En 1934, la Policía Judicial se subordinó a la Fiscalía del Tribunal
Supremo, al considerarse que el ministerio scal tenía, entre otras
atribuciones, la de promover la acción de la justicia, la formación
de causas criminales por delitos o faltas y la inspección de las
acciones del sumario de los agentes de la Policía Judicial.
Posteriormente, en 1939, se dictó el Reglamento Orgánico de la
Policía Judicial donde se ratican las funciones de auxiliar de los
órganos de justicia, y dos años más tarde, la Policía Judicial pasa
a integrar la Policía Nacional como consecuencia del estado de
guerra, hasta el año 1944, en que nuevamente se subordina al
Ministerio de Justicia.
A partir de estos antecedentes, es posible precisar a través de
tres etapas signicativas cómo se ha desarrollado el proceso
de formación continua del investigador criminalista, los cuales
son designados para lograr el descubrimiento de los hechos
delictivos de mediana complejidad investigativa, así como de los
hechos con autores desconocidos y aportar a otras especialidades
los elementos e informaciones de interés necesarias para el
procesamiento de los culpables.
Para ello, se seleccionaron los siguientes indicadores de análisis:
Principales enfoques y modelos pedagógicos que
sustentan la formación continua del investigador criminalista.
Tratamiento metodológico a la gestión de la formación
continua en relación con las demandas de la práctica de
investigación criminal.
En tal sentido, se han determinado tres etapas:
Primera Etapa (1959-1985): Surgimiento de la
especialidad Investigación Criminalista con limitaciones en la
formación continua.
Segunda Etapa (1986-2006): Reorganización y limitada
gestión de la formación continua del Investigador Criminalista.
Tercera Etapa (2007-2023): Perfeccionamiento de la
gestión de la formación continua del Investigador Criminalista,
con un enfoque marcadamente jurídico-penal.
A partir del estudio realizado, se sintetizan los aspectos más
signicativos relacionados con las etapas declaradas.
Primera Etapa: Surgimiento de la especialidad
Investigación Criminalista con limitaciones en la formación
continua.
En la etapa posrevolucionaria, luego del Triunfo de la Revolución,
fueron desintegrados los órganos policiacos represivos de la
tiranía, por lo que el 5 de enero de 1959 se crea la Policía Nacional
Revolucionaria y el 14 de enero de 1959 el Departamento de
Investigaciones del Ejército Rebelde (DIER). Durante esta etapa,
la Policía Judicial mantuvo la misma organización y cumplía con
las mismas funciones investigativas ya recibidas en preparaciones
para el cargo en aquel período.
Con la creación de los Tribunales Revolucionarios, en el propio
año 1959, aparece como nueva gura el Instructor Fiscal, que tenía
la función de substanciar el sumario y representar como acusador
al Estado en el juicio contra los delitos contrarrevolucionarios y
comunes. Por su parte, la Policía o los Órganos de la Seguridad
del Estado eran los encargados del proceso investigativo.
El 6 de junio de 1961 se crea el Ministerio del Interior, al cual se
integra la Policía Nacional Revolucionaria y el Departamento de
Seguridad del Estado.
Estos nuevos departamentos asumen las funciones que cumplía la
Policía Judicial, por lo que esta desaparece. Consecuentemente,
actúan como auxiliares, tanto del juez de instrucción, como del
instructor scal, lo que se mantuvo hasta 1973, en que desaparece
el juez de instrucción en virtud de la Ley de Procedimiento Penal
(Ley 1251 del 25 de junio de 1973), la cual dejó claramente
delimitada una fase preparatoria y otra de juicio oral. El 1 de
enero de 1974 se creó el Órgano Nacional de Instrucción Policial,
ajustado a la división político-administrativa y a la estructura de
la PNR, scalía y tribunales.
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El nivel regional se ocupaba de la investigación y el procesamiento
de autores de los delitos, competencia de los Tribunales
Regionales y Provinciales, y la guardia operativa se integraba
por el Instructor y el Ocial Operativo, dirigiendo el primero las
investigaciones en el lugar del hecho, con la cooperación del Jefe
de Sector.
En este período y teniendo en cuenta la situación imperante en la
isla, se lleva a cabo un proceso de perfeccionamiento necesario
de la formación continua, por las circunstancias en que se
encontraba nuestro país, constituyendo un factor muy importante
la capacitación y superación de profesionales y trabajadores.
(Díaz-Canel, 2020).
Con la entrada en vigor de la Ley No. 5 (Ley de Procedimiento
Penal), con fecha 13 de agosto de 1977, y surgir la gura
del Instructor de la Seguridad del Estado y de la Policía, se
entremezclan tareas clásicas de tres guras diferentes: el juez de
instrucción, el investigador y el interrogador.
En este sentido, el proceso de formación continua a las tres guras
que intervendrían en aquel momento en el proceso penal: el juez
de instrucción, el investigador y el interrogador, se desarrolló a
través de acciones de capacitación en dependencia de las funciones
que debían desempeñar en la Investigación Criminal, según las
diferentes modalidades de hechos delictivos característicos del
período. Sin embargo, este proceso de superación se sustentaba
en enfoques esquemáticos y tecnicistas, con un bajo grado de
estructuración, que limitaba su vinculación con la práctica y los
contextos de investigación criminal, ya que estos funcionarios
se preparaban solo para ejercer su función; por tanto, las vías y
métodos utilizados resultaban insucientes para elevar el nivel
de desempeño de estos profesionales. Consecuentemente, no se
reconoce el desarrollo de prácticas pedagógicas sistemáticas, por
lo que aún resultaba limitada la gestión formativa de este proceso.
La instrucción policial y de la Seguridad del Estado desde su
surgimiento, constituyeron un elemento de contrapartida del resto
de las especialidades del Ministerio del Interior que participaban
en el enfrentamiento, por lo que constituyeron una fuente de
información importante para el descubrimiento, prevención y
esclarecimiento de actividades delictivas.
En resumen, teniendo en cuenta las características que distinguen
esta etapa, se reconoce que si bien se produce una apertura en
el surgimiento de la Investigación Criminalista, en general, así
como la concepción acerca de la preparación de este profesional,
aún se revelan limitaciones en la gestión del proceso de formación
continua, caracterizado por un abordaje espontáneo y poco
sistemático de la práctica de la investigación criminalista, lo que
limita el desempeño de este profesional.
Segunda Etapa: Reorganización y limitada gestión de
la formación continua del Investigador Criminalista.
En los inicios de la década de los años 90 se producen cambios
estructurales, tanto para la Policía Nacional Revolucionaria
como para los Órganos de la Seguridad del Estado, lo que
condujo a racionalizar fuerzas y medios, limitando la actividad
metodológica de los Órganos de Instrucción en todo el país, ya
que se subordinaron las especialidades a los mandos provinciales.
Ante la necesidad de ofrecer respuesta mediante la prevención y
el enfrentamiento a la situación presente en el período, se funda
en esta etapa la Academia de Formación Militar en la provincia
Santiago de Cuba.
La organización y concepciones de trabajo establecidas, desde
1989, para el Sistema de Enfrentamiento de la Policía Nacional
Revolucionaria, en relación con la especialidad de Instrucción
Policial, condujo a algunas desviaciones, a partir de la asimilación
en 1977 del procesamiento penal, ya que se responsabilizó al
Instructor con el proceso investigativo de hechos sin autores, lo
que implicó el empleo, en ocasiones, de los Ociales Operativos
como auxiliares para las diligencias judiciales, prevaleciendo
como estilo de actuación la detención y el registro, sin comprobar
la conabilidad de la información ofrecida.
Durante todo este período, hasta el año 1996, se observa relativa
inestabilidad en las estructuras orgánicas de la especialidad y sus
concepciones de trabajo, principalmente en la Instrucción Policial
de la Policía Nacional Revolucionaria; por lo que hasta esta fecha
no se habían concebido acciones para la superación profesional
de este especialista. Los cambios sistemáticos de estructuras y
plantillas, como una de las soluciones empleadas como práctica
reiterada para elevar la eciencia, no demostraron la efectividad
esperada, lo que generó inseguridad e inestabilidad en las fuerzas.
Teniendo en cuenta la situación existente en el período, se decide
comenzar las gestiones de los estudios de especialización de las
fuerzas del enfrentamiento en diferentes cursos escolares, donde
aparece la primera graduación como precursores de los cursos
básicos de Investigadores Criminalistas.
Como parte del interés del estado cubano de centralizar el
actuar y la preparación de las fuerzas policiales, incluyendo la
Investigación Criminalista, surge el primer documento normativo
de la especialidad, siendo considerado como un medio de
consulta, teniendo en cuenta que se realizaban preparaciones
con los miembros de las áreas de trabajo que denía este cuerpo
normativo. Estas preparaciones, resultaron de gran interés ya
que en su interior se reejaban las funciones y atribuciones del
investigador criminalista para el cumplimiento de su encargo
estatal en su desempeño profesional.
Los cambios en el contexto de Investigación Criminal y los
nuevos modus operandi que se iban generando, debido a la
precaria situación de Cuba, a raíz de las difíciles condiciones
económicas, políticas y sociales generadas en el período, obligó
a la necesidad de impulsar la capacitación de estas fuerzas
policiales para garantizar la calidad durante el enfrentamiento a
las nuevas manifestaciones delictivas que iban aorando, teniendo
la convicción de que no es suciente solo el contenido brindado
en la universidad, sino que deben continuar con su superación
profesional una vez egresados, garantizando una formación
integral de calidad en su educación “desde la primera infancia
hasta la enseñanza universitaria de posgrado” . (Constitución de
Revista Cientíca Multidisciplinaria ULEAM Bahía Magazine (UBM)
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM) - Ecuador
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la República de Cuba, 2019, p.6)
Consecuentemente, este es un período de reorganización de
la profesionalización de este especialista y de desarrollo del
proceso de formación continua de este profesional, aunque
todavía se aprecia falta de estabilidad y sistematización en los
modelos pedagógicos y acciones formativas, que no profundizan,
sucientemente, en las esencialidades del proceso de investigación
criminalista. Aún y cuando en esta etapa resulta signicativo, el
tránsito hacia el perfeccionamiento en la formación continua
de estas fuerzas en comparación con la etapa anterior, resulta
insuciente la práctica de la investigación criminalista en el
lugar del hecho, ya que no se aprovechan las potencialidades del
contexto de investigación criminal como contexto de formación.
Tercera Etapa: Perfeccionamiento de la gestión de la
formación continua del Investigador Criminalista, con un enfoque
marcadamente jurídico-penal.
En el año 2007 se iniciaron los estudios de la especialidad
de Investigación Criminalista, como carrera universitaria
independiente en otras Academias de Formación Militar del resto
del país.
Como parte del perfeccionamiento de la base reglamentaria de la
Estación de la PNR y con el objetivo de dotar a las fuerzas de un
instrumento de consulta obligada para el trabajo diario, en el año
2007, se puso en vigor un compendio referente a regulaciones
sobre el trabajo de la especialidad considerada además como un
medio de consulta. Esto permitió desarrollar, quincenalmente,
preparaciones con los Investigadores Criminalistas para
orientarlos en el cumplimiento de su desempeño profesional, a
partir de lo legislado en este documento.
Teniendo en cuenta la evolución del fenómeno delictivo en esta
etapa, así como su complejidad, se diseñó un Plan de Estudios
de Entrenamiento de Posgrado Especializado en el año 2009
para la especialidad objeto de análisis en todo el país. En una
primera etapa, esta formación continua se desarrolló mediante la
superación profesional en forma de entrenamiento de posgrado
especializado, y luego se continuó su adiestramiento laboral a
través de un plan de actividades independientes dirigidas por las
unidades docentes del país.
En los años y cursos escolares venideros se continuó fomentando
el estudio de la carrera, su diversidad y permanencia de
perles siempre estuvo en correspondencia con el proceso de
perfeccionamiento del Ministerio del Interior y el fortalecimiento
de determinados órganos, destacando en este sentido como dato
interesante, que la especialidad de Investigación Criminalista,
perteneciente al perl Investigación y Criminalística , es uno de
los perles de más tradición académica a diferencia de Policía y
Menores, criterio este que persiste en la actualidad.
Posteriormente, en la provincia de La Habana se desarrolló
el entrenamiento: La investigación criminal en los accidentes
de tránsito, dirigido a los investigadores criminalistas de todas
las provincias del país, con el objetivo de capacitarlos para el
enfrentamiento de la investigación criminal de los hechos al
conducir vehículos por la vía pública. Esta actividad de formación
continua resulta destacable, por su carácter técnico, lo que se
constituyó en un punto de partida en el desarrollo de competencias
técnico-procesales especícas en los investigadores criminalistas
para el manejo de este tipo de suceso automovilístico, aunque con
una prevalencia de enfoques formativos tradicionales.
Las diversas Academias de Formación Militar en nuestro
país, tienen la misión de ejecutar las políticas del sistema de
preparación y formación profesional de sus fuerzas en diversas
especialidades, a través de la enseñanza, la investigación
cientíca y metodológica en estrecho vínculo con la sociedad y la
cultura de la humanidad, para preservar la tranquilidad del pueblo
y la Seguridad del Estado.
Sin embargo, si bien se reconoce que en esta etapa se aprecia
un desarrollo importante en la formación continua de los
investigadores criminalistas en función de consolidar sus
competencias y modos de actuación profesionales con respecto a
las anteriores, aún se aprecian limitaciones objetivas y subjetivas
en la búsqueda de nuevas estrategias para gestionar este proceso
formativo en función de dar respuestas a las demandas crecientes
de las prácticas y contextos de Investigación Criminalista. Esto
impone nuevos enfoques teórico-metodológicos que permitan
orientar una adecuada planicación, ejecución, control y
evaluación de su accionar para una gestión integral de la práctica
de la Investigación Criminalista.
Resulta necesario una coherente articulación de cada una de las
etapas de la formación continua del investigador criminalista: la
formación inicial, la preparación para el empleo y la formación
posgraduada, garantizando así el enfoque de sistema en la
formación continua de este profesional. De ahí que esta última
etapa, objeto de atención de esta investigación, resulte de vital
relevancia en este proceso de gestión formativa.
Sin embargo, se aprecian limitadas acciones de superación para
los egresados de esta especialidad a partir de solicitudes de las
Academias de Formación Militar, que pudieran implementarse
a través de variadas formas organizativas como: cursos,
entrenamientos, conferencias especializadas, etc.
Lo anterior, evidentemente, atenta contra la orientación de un
accionar práctico-procesal encaminado al desarrollo de modos
de actuación profesionales desde la práctica pedagógica, aspecto
complejo que no siempre se ha podido garantizar. Del mismo
modo, las acciones de superación profesional van dirigidas
a aspectos eminentemente teóricos y jurídico-legales, que a
sistematizar la práctica táctico-procesal a partir de las demandas
emergentes de los contextos de investigación criminalista.
Metodología
En un estudio realizado en el período de enero de 2022 a mayo
del 2023, acerca de la gestión del proceso de formación continua
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en los egresados de la especialidad Investigación Criminalista,
se seleccionó una muestra de 25 egresados, 9 profesores y
3 directivos, empleando los siguientes métodos teóricos y
empíricos: análisis-síntesis: para interpretar, estudiar los datos y
los documentos así como en la revisión, análisis de la bibliografía
y en el procesamiento de la información obtenida; las encuestas
a los egresados para conocer las limitaciones que les impiden
beneciarse de este proceso formativo así como la necesidad
de su perfeccionamiento; del mismo modo a los profesores que
tributan a las acciones de superación posgraduadas de estos
egresados y el tratamiento actual brindado a este proceso de
conjunto con las limitaciones y sus causas; las entrevistas fueron
direccionadas a los directivos con la intención de caracterizar el
proceso de gestión formativa en estos especialistas; el análisis
documental en la revisión de documentos de interés para el
desarrollo de la investigación y la observación para conocer las
debilidades e insuciencias que poseen estos especialistas en su
accionar práctico procesal.
Resultados
Durante el análisis epistemológico realizado en el período de la
investigación en cuestión, se corroboró que existe una insuciente
sistematización de la formación continua del investigador
criminalista que no garantiza un coherente proceso de gestión de
su accionar práctico procesal.
Resulta llamativo que en esta etapa analizada han sido efímeras
las acciones de superación dirigidas a estos especialistas, los
aspectos abordados van enmarcados a temas relacionados con:
la Victimología, Documentación y Legalización, Enfrentamiento
a varias tipicidades delictivas y Criminalística, lo que demuestra
que aún resulta insuciente la gestión de esta formación continua
a partir de fortalecer las potencialidades de sistematización de la
práctica y el contexto de Investigación Criminal, como fuente
generadora de competencias teórico-prácticas para desarrollar el
desempeño de sus funciones.
La aplicación, análisis y estudio de los métodos empleados y a
través de la triangulación de la información en el desarrollo de la
investigación, arrojaron como resultado:
1- Limitaciones que les imposibilitan la utilización
adecuada del tiempo en función de su formación continua.
2- Insuciente tratamiento al proceso formativo de este
profesional.
3- Necesidad de perfeccionar el proceso de formación
continua con el objetivo de adquirir mayores conocimientos y
aumentar su desarrollo profesional.
4- Falta de correlación entre la excesiva carga laboral que
enfrentan y la fuerza de trabajo que poseen.
5- Limitado interés de los jefes por la superación de los
subordinados.
Teniendo en cuenta los resultados expuestos, existen diversos
factores que inciden en ellos, dentro de los que se destaca el
insignicante tratamiento ofrecido al proceso formativo de estos
egresados en la actualidad, manifestándose en las decientes
gestiones para la planicación de cursos o posgrados por la
exaltada carga de trabajo que enfrentan imposibilitando su
formación.
En el mismo sentido, existen dicultades en relación a la
valoración del proceso de gestión de la formación continua en estos
egresados, teniendo en cuenta que las actividades de posgrado se
diseñan, pero en ocasiones no se imparten por la inasistencia a las
mismas, no contando estos profesionales con el tiempo necesario
para potenciar su autopreparación. Es insuciente la relación
entidad laboral-centro estudiantil en materia de este proceso y su
preparación para las demandas de la investigación delictiva.
Las debilidades percibidas durante la observación al desempeño
profesional de estos egresados, radicaron en:
1- Deciencias en la correcta realización de la presentación
para reconocimiento de personas en presencia de dos testigos.
2- Infracciones de la cadena de guarda y custodia de las
huellas y muestras en cuanto a la falta de coincidencia entre
identicación, embalado, sellaje, remisión e informe pericial.
3- Insuciencias legales en las actuaciones al dejar
espacios en blanco, omitir fechas, números de expedientes, rmas
de los participantes en las diligencias, horas en que se realizan.
4- Transgresiones durante la práctica de careos entre
testigos sin la presencia de los dos testigos.
5- Falta de correspondencia en los modelos que se utilizan
a los hechos y casos que se tramitan.
Discusión
De manera general, el proceso formativo para este egresado se
calica de poco estable, teniendo en cuenta que son insucientes
sus acciones de superación profesional, elementos que inciden
negativamente en su formación continua ya que deben estar en
constante actualización para la investigación y el enfrentamiento
de los hechos delictivos.
En la actualidad, teniendo en cuenta el arduo proceso de reforma
procesal que fue sometido nuestro país, resultaba necesario
contextualizar la formación continua de estos especialistas a través
de nuevas acciones de capacitación y superación, connotándose
la urgencia de atemperar este proceso a las demandas de las
normativas vigentes.
En cuanto a las observaciones realizadas al desempeño práctico
de estos especialistas se sintetiza que ciertamente necesitan
aumentar o intensicar su formación continua en aspectos
también del orden práctico, ya que fueron identicadas varias
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deciencias en el ejercicio de sus funciones.
En resumen, el recorrido histórico del proceso de formación
continua del investigador criminalista y su gestión están en
estrecha relación con los aspectos descritos en el cuerpo de
la investigación, destacándose su necesidad e importancia;
este estudio nos permitió revelar el siguiente comportamiento
tendencial:
Desde una limitada concepción de la formación
continua del Investigador Criminalista, hacia un intento de
superación de la práctica de la investigación criminal, pero
que aún no valora las potencialidades de sistematización de lo
técnico-procesal durante la investigación criminal, como fuente
generadora de competencias teórico-prácticas para desarrollar el
desempeño de sus funciones.
Desde un proceso de gestión formativa marcadamente
espontáneo y poco sistemático, que transita hacia un intento de
reorganización de acciones de superación, pero que aún revela
limitados niveles de gestión de la práctica táctico-procesal a partir
de las demandas emergentes de los contextos de investigación
criminalista.
Conclusiones
Este estudio histórico tendencial reveló una limitada evolución de
la formación continua de los investigadores criminalistas, ya que
aún se desaprovechan las potencialidades de sistematización de lo
técnico-procesal durante la investigación criminal, como fuente
generadora de competencias teórico-prácticas para desarrollar el
desempeño de las funciones de este profesional. Por consiguiente,
se sustenta la necesidad de nuevos enfoques teórico-prácticos que
favorezcan una gestión integral de la práctica de la investigación
criminalista.
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