julio diciembre 2023
Vol. 4, No. 7
e-ISSN: 2600-6006
153
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el aprendizaje
autónomo en el bachillerato ecuatoriano.
Information and Communication Technologies and autonomous learning in
Ecuadorian high schools.
Dennys Francisco Murillo Gilces
https://orcid.org/0000-0003-3007-6973 - defran_1986@hotmail.com
Educativa Emilio Bowen Roggiero
Manta. Ecuador
Otto Vicente Ruiz Ramírez
https://orcid.org/0000-0002-8532-843X - ottovruiz240787@hotmail.es
Unidad Educativa Milenio Ciudad de Pedernales
Pedernales. Ecuador
Recibido: 09/12/2022 Revisado: 24/02/23 - Publicado: 29/07/2023
Resumen: Considerando la importancia
de las Tecnologías de la información y la
comunicación en los nuevos contextos
de la enseñanza, se desarrolla el presente
estudio cuyo objetivo se basó en
describir los niveles de influencia de las
TIC en la construcción del aprendizaje
autónomo de los estudiantes de la
Unidad Educativa Emilio Bowen
Roggiero. Para ello se utilizó como
metodología un estudio de enfoque
cuantitativo, de tipo no experimental con
diseño transversal descriptivo, aplicando
como técnica la encuesta a una población
de 189 alumnos, y como instrumentos
dos cuestionarios, uno acerca del uso de
las TIC y otro denominado Inventario de
Estrategias de Autorregulación o escala
SRSI-SR, compuesto de cuatro
categorías como son: Hábitos
Inadecuados de Regulación (HIR),
Organización del Entorno (OE),
Búsqueda de Información (BI) y
Organización de la Tarea (OT), con sus
respectivos ítems sobre autorregulación
relacionada con factores endógenos y
exógenos. Mediante esto se conoció que
los individuos analizados muestran
adecuada autorregulación en cada una de
las categorías, alcanzando los siguientes
promedios: HIR 2,33; OE 3,90; BI 3,47;
OT 3,69. A modo general el 86% de los
estudiantes mostraron hábitos idóneos de
autorregulación en cada uno de los
ámbitos analizados. Se realizaron
pruebas t de Student para identificar la
diferencia de promedios entre
estudiantes con acceso a TICs versus los
estudiantes sin acceso a estas
tecnologías, determinando que no
existen diferencias significativas entre
los dos grupos, a pesar de ello se notó un
rendimiento ligeramente superior en
aquellos estudiantes que cuentan con
acceso a las TICs.
Palabras clave: TICs, aprendizaje
autónomo, autorregulación académica.
Abstract
Considering the importance of
information and communication
technologies in the new contexts of
teaching, the present study was
developed with the objective of
describing the levels of influence of ICT
in the construction of autonomous
learning of the students of the Emilio
Bowen Roggiero Educational Unit. The
methodology used was a quantitative
approach study, non-experimental with
a descriptive cross-sectional design,
applying a survey to a population of 189
students, and two questionnaires as
instruments, one about the use of ICT
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and the other called Self-Regulation
Strategies Inventory or SRSI-SR scale,
composed of four categories such as:
Inadequate Regulation Habits (IRH),
Organization of the Environment (OE),
Information Search (IS) and Task
Organization (TO), with their respective
items on self-regulation related to
endogenous and exogenous factors.
Through this it was found that the
analyzed individuals showed adequate
self-regulation in each of the categories,
reaching the following averages: IRH
2.33; OE 3.90; IS 3.47; TO 3.69. In
general, 86% of the students showed
adequate self-regulation habits in each
of the areas analyzed. Student's t-tests
were performed to identify the
difference in averages between students
with access to ICTs versus students
without access to these technologies,
determining that there are no significant
differences between the two groups,
although a slightly higher performance
was noted in those students who do have
access to ICTs.
Keywords: ICTs, autonomous learning,
academic self-regulation.
Introducción
A través del presente estudio se realiza un acercamiento a la influencia que ejercen las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la construcción del
aprendizaje autónomo, un tema que se viene abordando con mayor énfasis en los últimos
periodos, esto debido a la proliferación de estas herramientas cuyo uso se concentra
mayormente en el segmento de niños y adolescentes.
Si bien las TIC pueden representan una oportunidad de acceso a un vasto conocimiento
acerca de temas de actualidad, ciencia, historia, tendencias, arte y cultura, la ausencia de
control parental y la carencia de metodologías académicas que orienten adecuadamente
su uso, limitan a que los estudiantes indaguen más allá de lo impartido en las aulas de
clases, asignándole a estas herramientas un rol exclusivamente de ocio, siendo
desaprovechadas dentro de un marco de formación en la era del conocimiento.
Con referencia a lo anterior, se ha partido desde una problemática de estudio que sugiere
que el proceso enseñanza-aprendizaje se da a partir de las concepciones educativas
tradicionales, en las que prevalece una metodología en la cual los estudiantes aprenden
únicamente en el aula de clases bajo la supervisión del profesor, y fuera de ella
recopilando información o reforzando los conceptos mediante la realización de ejercicios.
En ese sentido resulta importante mencionar que a pesar de que las TIC pueden servir
como herramienta de impulso a la autonomía del estudiante, se muestra aún un bajo nivel
de aplicabilidad en este campo, tanto desde el punto de vista del educando, así como en
la metodología didáctica, limitando de este modo la formación de individuos con
capacidad de generar aprendizaje significativo.
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Con relación a los antes mencionado existe evidencia empírica que sustenta dichos
planteamientos, como es el caso de Mena y Brown (2018) para quienes son muy pocos
los avances obtenidos en el uso de las TIC dentro del proceso de autoaprendizaje, pues
como mencionan, los estudiantes en su mayoría las utilizan en el plano social y no las
encaminan hacia el aprendizaje didáctico y la formación del pensamiento crítico.
Moreira (2019) por su parte ha señalado que existe un escaso uso y aplicación de las TIC
en forma creativa como apoyo en el aprendizaje autónomo, determinando mediante un
estudio que solo el 50% de los docentes recurren al uso de estas herramientas para
fomentar al pensamiento crítico. Mena y Brown (2018) por otro lado, determinaron que
el 61% de los docentes dan uso a las tecnologías como procesos mediadores que orientan
la construcción de los conocimientos de los estudiantes. Así mismo, Weepiu y Collazos
(2020) explicaron que el 75% de los alumnos no logra un aprendizaje autónomo y
significativo.
Al tomar en consideración esta realidad, se han impulsado diversas iniciativas que buscan
promover el correcto uso de las TIC desde las aulas de clases, para ello las instituciones
educativas han adaptado a sus modelos pedagógicos una enseñanza menos tradicional,
basada en el incentivo de conductas que permitan el refuerzo del conocimiento de forma
autónoma, aunque no siempre se han dado de manera exitosa, debido a que según Granda
et al. (2019), en ocasiones representan un desafío para los educadores menos capacitados
en esta área y porque en su uso suele limitarse a una simple fuente de consultas, sin que
se logre adaptar como una herramienta dinámica dentro del proceso enseñanza-
aprendizaje.
Para profundizar más acerca de estos planteamientos se lleva a cabo una investigación
tomando como grupo de estudio a estudiantes de bachillerato de la Unidad Educativa
Emilio Bowen Roggiero del cantón Manta-Ecuador, con lo que se ha buscado conocer el
modo en que los estudiantes de esta institución emplean las TIC como fuente de
conocimiento, pudiendo con ello obtener datos empíricos que validan la problemática
descrita y conllevan a intervenciones adecuadas dentro los procesos de formación
académica.
El objetivo planteado dentro de la investigación se basó en describir los niveles de
influencia de las TIC en la construcción del aprendizaje autónomo de los estudiantes de
bachillerato de la Unidad Educativa Emilio Bowen Roggiero, Manta - Ecuador.
Desarrollo de la literatura
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Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
Según han explicado Verdezoto y Chávez (2018), el desarrollo de la sociedad del
conocimiento y el auge de la globalización han traído nuevos desafíos a la educación. Lo
cual se evidenció con mayor notoriedad a partir del siglo XXI, cuando surge el reto de
incorporar herramientas de vanguardia como son las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) (Pulgar, 2016).
Las TIC a criterio de Moreira (2019) es el nombre que se le da a una serie de tecnologías
que hacen posible adquirir, generar, almacenar, procesar, comunicar, registrar y presentar
información en distintos formatos como voz, imágenes y datos contenidos en señales
sonoras, ópticas o electromagnéticas. Aunque según Chaguendo y Montaño (2015) esta
definición no debe asociarse únicamente a la informática y sus tecnologías relacionadas,
sino también a otros medios con soporte tecnológico, entre los que se encuentran los
utilizados en la pedagogía (Cardozo, 2018).
Importancia de las TIC en el proceso enseñanza-aprendizaje
Con referencia a este apartado, Weepiu y Collazos (2020) mencionan que las TIC brindan
una serie de ventajas dentro del proceso enseñanza-aprendizaje, entre las que destaca la
posibilidad de diseñar materiales didácticos alternativos y novedosos en lugar de los
tradicionales, la mejora de la comunicación en el aula, además de propiciar una enseñanza
personalizada. Para Flores y Meléndez (2017) las TIC “contribuyen al desarrollo de la
creatividad y la inventiva”, elementos clave al potencializar las capacidades del estudiante
en la vida cotidiana.
Condiciendo con ello, Moreira (2019) explicó que las TIC apoyan el desarrollo de dicho
proceso porque brindan a los estudiantes diversas alternativas para conseguir de manera
sencilla los objetivos de aprendizaje. Esto dado que su versatilidad brinda diversas
opciones tanto al estudiante como al docente al momento de impartir conocimientos y
crear entornos de aprendizaje dinámicos, colectivos y participativos.
Aprendizaje autónomo
Al abordar este tema, Cárcel (2016) define al aprendizaje autónomo como un “proceso
donde la propia persona autorregula su aprendizaje y toma conciencia de sus propios
procesos cognitivos y socioafectivos”. Moreira (2019) resalta que dentro de este tipo de
aprendizaje el estudiante no se limita a adquirir el conocimiento, sino que lo construye.
En esto coinciden Flores y Meléndez (2017) para quienes hablar de aprendizaje autónomo
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es referirse al aprendizaje en general, al que se le integran características de no depender
de personas que dirijan el mismo.
El aprendizaje autónomo conlleva a que los estudiantes sean capaces de reflexionar sobre
sus fortalezas y sus debilidades. Según los criterios de Rivadeneira y Silva (2017) el
trabajo autónomo permite a los estudiantes poner en práctica estrategias para aprender de
manera independiente. O como menciona Reyes (2017) es la clave para desarrollar la
competencia de aprender a aprender, suponiendo un avance en la autodirección personal
que permite a los estudiantes transformar sus aptitudes mentales en competencias
académicas.
Estudiantes autónomos-autorregulados
Con respecto a este apartado, Medina y Nagamine (2019) detallaron que para que un
estudiante alcance un aprendizaje autónomo, debe haber desarrollado un pensamiento
consciente, reflexivo, crítico, que sea capaz de utilizar estrategias para aprender por
mismo de manera independiente.
Desde el punto de vista de Cárcel (2016) el estudiante autorregulado tiene la capacidad
de:
- Alcanzar mejoras en sus capacidades de aprendizaje por medio de la aplicación
de estrategias de motivación.
- Elegir y propiciar entornos óptimos para el aprendizaje.
- Elegir la manera y cantidad de instrucción que requiere aprender.
- Ser consciente de la calidad de su aprendizaje con relación a sus aptitudes y
limitaciones.
Metodología
El estudio realizado fue de tipo no experimental con diseño transversal descriptivo,
manejando así mismo un enfoque cuantitativo que permitió recopilar datos empíricos
relacionados a la problemática en mención, datos que son analizados y explicados
estadísticamente para una mejor compresión y síntesis del conocimiento alcanzado.
Se basa asimismo en una metodología de dos modalidades, bibliográfica y de campo. La
investigación bibliográfica ha permitido recabar datos teóricos acerca de las variables de
análisis, obtenidos de fuentes como revistas, libros, informes, entre otros. La
investigación de campo por su parte ha sido aplicada en el proceso de recopilación de
datos cuantitativos a través de la encuesta como cnica apropiada dentro del marco de
este documento. En este sentido se utilizaron dos instrumentos, un cuestionario sobre el
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uso de las TIC y el Inventario de Estrategias de Autorregulación o escala SRSI-SR,
compuesto de cuatro categorías como son: Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR),
Organización del Entorno (OE), Búsqueda de Información (BI) y Organización de la
Tarea (OT).
El contexto bajo el cual se desarrolla la investigación corresponde a la Unidad Educativa
Emilio Bowen Roggiero, ubicada en la Provincia de Manabí, cantón Manta, parroquia de
Eloy Alfaro, perteneciente a la Zona 4, Distrito 13D02.
La población considerada dentro del estudio corresponde a los estudiantes de bachillerato
de la Unidad Educativa Emilio Bowen Roggiero que representan un total de 372
individuos. De esta población se ha tomado una muestra representativa de 189
estudiantes, a quienes se les procedió a aplicar como técnica de recopilación de datos una
encuesta por medio del aplicativo Google Forms.
Resultados
Resultados sobre el uso de las TIC
Como parte del primer instrumento empleado cuyo fin fue identificar los niveles de
acceso y uso de las TIC por parte de los estudiantes se conocen los siguientes datos.
Tabla 1:
Acceso a dispositivos tecnológicos
ACCESO A DISPOSITIVOS TECNOLÓGICOS
FRECUENCIA
PORCENTAJE
176
93%
No
13
7%
Total
189
100%
Fuente: elaboración propia
Previo a la aplicación del instrumento de evaluación del aprendizaje autónomo se
debió conocer en primera instancia el acceso a dispositivos tecnológicos por parte de
los estudiantes, determinándose que el 93% cuenta con acceso a estas herramientas,
mientras que el 7% no dispone de estos.
Tabla 2:
Número de dispositivos a su alcance
NÚMERO DE DISPOSITIVOS A SU ALCANCE
PORCENTAJE
1
37%
2
26%
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3 o más
33%
Ninguno
4%
Total
100%
Fuente: elaboración propia
Seguidamente se conoce que, el 37% de los estudiantes mencionó contar con 1
dispositivo tecnológico, el 33% dijo tener 3 o s, el 26% 2 dispositivos y el 4%
ninguno. En términos generales se evidencia que el 96% del grupo analizado dispone
de herramientas tecnológicas, sean propias o no, concluyendo que existe acceso a las
TIC en gran parte de la población estudiada.
Tabla 3:
Acceso a internet
ACCESO A INTERNET
FRECUENCIA
PORCENTAJE
160
85%
No
29
15%
Total
189
100%
Fuente: elaboración propia
Con respecto al acceso a internet, el 85% de los estudiantes manifestó contar con
este servicio, mientras que el 15% dijo que no tenía acceso al mismo. Esto pone en
evidencia que el acceso a la conectividad se ha ampliado sobre todo en los últimos
dos periodos, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INEC, 2019), el porcentaje de personas que hacían uso del internet en el 2018 se
situaba en el 55,9%.
Tabla 4:
Frecuencia de uso diario de las TIC
FRECUENCIA DE USO DIARIO DE LAS TIC
FRECUENCIA
PORCENTAJE
1 hora al día
34
18%
2 horas al día
30
16%
3 horas al día
44
23%
4 horas o más al día
76
40%
Ninguno
5
3%
Total
189
100%
Fuente: elaboración propia
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Concordando con estos resultados, se conoce que el 40% de los estudiantes utiliza las
TIC 4 horas o más al día, el 23% 3 horas al día, el 18% 1 hora al día, el 16% 2 horas
al día y el 3% mencionó no utilizarlas. Como se evidencia, la frecuencia de uso de
conectividad y herramientas tecnológicas es elevada, lo que concuerda con lo
expuesto por Alcoceba (2017) para quien el segmento adolescente es el que hace
mayo uso de la tecnología, debido a que crecieron en la época en que emergieron
estas innovaciones, siendo adaptadas a sus entornos sociales y educativos.
Tabla 5:
Uso de las TIC solo para distracción
PORCENTAJE
Nunca
20%
Casi nunca
25%
A veces
41%
Casi siempre
12%
Siempre
2%
TOTAL
100%
Fuente: elaboración propia
Con respecto al uso de las TIC solo para distracción, el 41% manifestó que a veces
realiza este hábito, el 25% expresó que casi nunca, el 20% nunca, el 12% casi siempre
y el 2% siempre. A modo general este ítem alcanzó un promedio de 2,50 en la escala
de 1 a 5, denotando que existen hasta cierto nivel hábitos inadecuados de regulación,
al centrarse la mayoría de las opiniones en las opciones a veces, casi siempre y
siempre.
Resultados del Inventario de Estrategias de Autorregulación o escala SRSI-SR
Como segunda fase de estudio se aplicó el Inventario de Estrategias de
Autorregulación o escala SRSI-SR con sus respectivas categorías e indicadores,
llegándose a conocer lo siguiente.
Categoría: Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR)
Tabla 6:
Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR)
HÁBITOS INADECUADOS DE REGULACIÓN
Ítem/Ponderación
Nunca
Casi
nunca
A veces
Casi
siempre
Siempre
TOTAL
1
2
3
4
5
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He perdido materiales importantes de mis clases
24%
25%
40%
11%
1%
100%
Evito ir a buscar clases particulares extra de mis
materias
47%
14%
22%
9%
8%
100%
Espero hasta el último minuto para estudiar los
exámenes
24%
24%
35%
12%
4%
100%
Trato de olvidar aquellos temas sobre los cuales he
tenido problemas al aprenderlos
32%
22%
32%
12%
2%
100%
Me rindo o me doy por vencido cuando no
entiendo algo
47%
27%
17%
8%
1%
100%
Evito hacer preguntas en clase sobre cosas que no
entiendo
21%
19%
46%
13%
2%
100%
Dejo a mis amigos interrumpirme cuando estoy
estudiando
41%
25%
22%
10%
2%
100%
Evito preguntar a mi profesor cuando no entiendo
algo
14%
21%
50%
10%
6%
100%
Uso las herramientas tecnológicas sólo para
distracción
20%
25%
41%
12%
2%
100%
Fuente: elaboración propia
En lo concerniente a esta primera categoría de análisis, se observa un alto valor
porcentual en el caso de los ítems 2, 5 y 7, en función de respuestas «Nunca» según
la escala, ubicándose los ítems 2 y 5 en el 47%, mientras que el ítem 7 se ubicó en el
41%. Esto indica que los estudiantes en estos aspectos buscan reforzar los contenidos
de clases, no suelen rendirse con facilidad si no comprenden un contenido
determinado y logran un nivel adecuado de concentración en la actividad de estudio.
La gráfica a continuación expresa un balance de los aspectos medidos y considerados
en la categoría «Hábitos Inadecuados de Regulación».
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Figura 1. Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR)
Fuente: elaboración propia.
A modo general se explica que, dentro de esta categoría compuesta de 9 ítems, se
pudo conocer que dentro de estos en 5 se presentó inadecuada autorregulación por
parte de los estudiantes. Esto con base a una escala de 1 (nunca) y 5 (siempre),
obteniendo los promedios más altos los siguientes ítems:
- 2,31 olvidar temas difíciles de aprender
- 2,47 esperar a último momento para estudiar
- 2,50 usar herramientas tecnológicas solo para distracción
- 2,56 evitar hacer preguntas en clase sobre cosas que no entienden
- 2,72 evitar preguntar al profesor cuando no entienden algo
A modo general en esta categoría se alcanzó un promedio general de 2,33 indicando
que no existen importantes Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR), puesto que el
mayor nivel de respuestas se ubicó en las opciones “a veces” y “casi nunca”.
Categoría: Organización del Entorno (OE)
Tabla 7:
Organización del Entorno (OE)
ORGANIZACIÓN DEL ENTORNO
Ítem/Ponderación
Nunca
Casi nunca
A veces
Casi
siempre
Siempre
TOTAL
1
2
3
4
5
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Me aseguro que nadie me moleste cuando
estudio
3%
5%
36%
24%
32%
100%
Trato de estudiar en un lugar tranquilo
1%
5%
17%
34%
43%
100%
Trato de estudiar en un lugar que no tenga
distracción (por ejemplo, ruido, gente hablando)
3%
6%
27%
29%
36%
100%
Termino todo lo que tengo que estudiar antes de
jugar videojuegos o con mis amigos
3%
6%
32%
26%
32%
100%
Fuente: elaboración propia
En cuanto a la anterior tabla y los resultados que se muestran, se resalta lo referente
a los valores significativos sobre el ítem 2 por ejemplo, en el cual se plantea que los
alumnos siempre tratan de estudiar en un lugar tranquilo y sin interrupciones esto
según el 43 % de los datos, y casi siempre con el 34 % de los datos.
La gráfica a continuación expresa un balance de los aspectos medidos y tenidos en
cuenta en cuanto la categoría «Organización del Entorno».
Figura 2. Organización del Entorno (OE)
Fuente: elaboración propia.
En lo que concierne a la categoría Organización del Entorno (OE) se pudo comprobar
que los 4 ítems que la conforman muestran adecuada autorregulación por parte de los
estudiantes, dentro de una escala de 1 a 5, prevaleció la opción 5 (siempre), seguida
de 4 (casi siempre) y 3 (a veces). De este modo se puede concluir que, a pesar de que
los estudiantes son capaces de organizar su entorno de modo que les permita
concentrarse y dirigir la tarea de manera adecuada.
En términos generales esta categoría alcanzó un promedio total de 3,90 mostrando
con ello adecuados indicadores de aprendizaje autónomo, así mismo fue la de mejor
ponderación dentro del estudio.
Categoría: Búsqueda de Información (BI)
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Tabla 8:
Búsqueda de Información (BI)
BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN
Ítem/Ponderación
Nunca
Casi
nunca
A veces
Casi
siempre
Siempre
TOTAL
1
2
3
4
5
Pienso sobre los tipos de preguntas que podrían hacerme en
un examen
4%
7%
35%
32%
22%
100%
Consulto al profesor sobre los temas que podrían
preguntarse en los exámenes
14%
15%
32%
28%
11%
100%
Estudio duro incluso cuando hay cosas más divertidas que
hacer
6%
10%
38%
29%
18%
100%
Me hago exámenes yo mismo para ver qué tanto estoy
aprendiendo mientras estudio
16%
13%
34%
26%
11%
100%
Trato de identificar el formato de los próximos exámenes
9%
20%
39%
26%
6%
100%
Miro las notas (apuntes) de mis tareas si no entiendo algo
3%
3%
33%
37%
24%
100%
Confío en mis notas (apuntes) de clase para estudiar
4%
8%
28%
32%
28%
100%
Trato de ver cómo mis notas (apuntes) de clase se
relacionan con cosas que ya sé
4%
8%
30%
35%
22%
100%
Realizo búsquedas bibliográficas adicionales que me
ayuden a comprender los temas de clase
4%
19%
36%
28%
14%
100%
Busco material complementario de los temas vistos en clase
4%
12%
38%
31%
16%
100%
Investigo cuando no entiendo algo sobre las tareas que me
dejan
3%
7%
21%
35%
34%
100%
Utilizo las herramientas tecnológicas para reforzar los
temas de clases
5%
3%
30%
35%
28%
100%
Fuente: elaboración propia
En los elementos tratados o ítems que se evaluaron en la anterior tabla, en la cual se
distribuyen de forma relativamente homogénea las respuestas dadas, en la que
sobresalen los ítems en la respuesta de la escala correspondiente a: “a veces” y “casi
siempre”. Lo que representa que no se centra en los extremos de los criterios de la
escala utilizada.
La gráfica a continuación expresa un balance de los aspectos medidos y tenidos en
cuenta en cuanto la categoría «Búsqueda de Información».
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Figura 3. Búsqueda de Información (BI)
Fuente: elaboración propia.
Continuado con el análisis de la categoría Búsqueda de Información (BI) compuesta
de 12 ítems, se pudo evidenciar que 5 de estos mostraron inadecuada autorregulación
por parte de los estudiantes, alcanzando estos los siguientes promedios:
- 3,01 tratar de identificar el formato de los próximos exámenes
- 3,03 hacer autoevaluaciones para ver qué tanto están aprendiendo mientras
estudian
- 3,06 consultar al profesor sobre temas que podrían preguntarse en los
exámenes
- 3,28 realizar búsquedas bibliográficas adicionales que ayuden a comprender
los temas de clases
- 3,42 buscar material complementario de temas vistos en clases
Se debe hacer hincapié en que dentro de esta categoría se evaluaban factores
positivos, por lo que los valores más cercanos a 5 indicaban adecuada
autorregulación. A modo general esta alcanzó un promedio total de 3,47 sugiriendo
un aceptable aprendizaje autónomo, aunque no el deseable debido a la variación de
ciertos ítems.
Categoría: Organización de la Tarea (OT)
Tabla 9:
Organización de la Tarea (OT)
ORGANIZACIÓN DE LA TAREA
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Ítem/Ponderación
Nunca
Casi
nunca
A veces
Casi
siempre
Siempre
TOTAL
1
2
3
4
5
Hago un horario para ayudarme a organizar mi tiempo de estudio
11%
15%
33%
18%
23%
100%
Uso folders para organizar mis materiales de estudio
10%
16%
31%
23%
20%
100%
Organizo cuidadosamente mis materiales de estudio de modo que
no los pierdo
4%
7%
25%
30%
34%
100%
Hago imágenes o dibujos para ayudarme a aprender conceptos
nuevos
13%
15%
27%
23%
22%
100%
Me digo a mí mismo que hay que seguir intentando cuando no
puedo entender un tema o idea
3%
5%
20%
25%
48%
100%
Pienso acerca de cuál es el mejor modo de estudiar antes de
empezar a estudiar
4%
7%
23%
33%
33%
100%
Me digo a mí mismo exactamente lo que quiero lograr mientras
estudio
4%
5%
12%
26%
53%
100%
Fuente: elaboración propia
La gráfica a continuación expresa un balance de los aspectos medidos y tenidos en cuenta
en cuanto al indicador «Organización de la Tarea».
Figura 4. Organización de la Tarea (OT)
Fuente: elaboración propia.
En la última categoría de análisis denominada Organización de la Tarea (OT) y
compuesta de 7 ítems, se evidenció que de ellos 3 mostraron inadecuada
autorregulación por parte de los estudiantes, obteniendo los siguientes promedios:
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- 3,28 hacer horario para organizar el tiempo de estudio
- 3,27 usar folders para organizar los materiales de estudio
- 3,28 hacer imágenes o dibujos para aprender conceptos nuevos
Dentro de esta categoría también se analizaban factores positivos, por lo que los valores
más cercanos a 5, indicaban adecuada autorregulación. A modo general en esta se alcanzó
un promedio total de 3,69 indicando que gran parte de los estudiantes desarrollan un
aprendizaje autónomo en el sentido de organizar adecuadamente su tarea.
Discusión
Una vez descritos los resultados del estudio, es importante contraponer los mismos a los
datos empíricos previamente evidenciados por otros autores, citados a lo largo de la
literatura, para este fin se toma en primera instancia lo expuesto por Mejía (2019) quien
encontró que el 73% de los estudiantes no realizan con frecuencia prácticas de aprendizaje
autónomo en el hogar, este resultado dista del encontrado en esta investigación, debido a
que se encontró que en promedio el 14% de estudiantes no muestra adecuada
autorregulación en las distintas categorías estudiadas, como fueron Hábitos Inadecuados
de Regulación, Organización del Entorno, Búsqueda de Información y Organización de
la Tarea.
Como segunda evidencia empírica de interés se encuentra lo señalado por Castañeda et
al. (2016) quien pudo constatar en su estudio que el 52% de los estudiantes analizados
mostraron indicios de aprendizaje autónomo al hacer uso libre y esporádico de las TIC
para ampliar sus conocimientos más allá de las aulas de clases, comparado al presente
caso, se identifica cierta similitud puesto que en promedio el 86% de los estudiantes a
quienes se les aplicó el Inventario de Estrategias de Autorregulación o escala SRSI-SR,
mostraron adecuada autorregulación y buen uso de las TIC para el desarrollo del
aprendizaje autónomo.
Por otra parte, diversos autores han estudiado la relación del uso de las TIC con el
desarrollo del aprendizaje autónomo, como es el caso de Maliza (2023) quien menciona
que estas herramientas son útiles dentro de este fin, porque mejoran la responsabilidad,
la independencia, la autorregulación y el trabajo colaborativo de los estudiantes. En ese
contexto Núñez y Vega (2015) señalaron que las TIC aportan en un 66,7% al desarrollo
de la autonomía, amismo Weepiu y Collazos (2020) encontraron una mejora en el
desempeño del autoaprendizaje pasando del 74,9% al 93% utilizando programas
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educativos por medio de las TIC. De igual modo Buelvas (2017) evidenció mejora en
aspectos de aprendizaje por medio de las TIC hasta en un 89.47% de estudiantes.
A pesar de estas evidencias se debe esclarecer que para el presente caso se aplicó la prueba
t de Student relacionando la variable de acceso a las TIC con cada una de las categorías
de análisis (Hábitos Inadecuados de Regulación, Organización del Entorno, Búsqueda de
Información y Organización de la Tarea), evidenciando con ello que no existe diferencia
estadística significativa entre aquellos estudiantes con acceso y sin acceso a las TIC
versus un mejor desarrollo del aprendizaje autónomo. A pesar de ello se notó un
rendimiento ligeramente superior en aquellos estudiantes que cuentan con acceso a este
tipo de herramientas en las categorías Organización del Entorno (OE) y Búsqueda de
Información (BI), excepto en las categorías Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR) y
Organización de la Tarea (OT) en las cuales mostraron mejor rendimiento aquellos
estudiantes sin acceso a las TIC. Tal como se evidencia en la tabla a continuación:
Tabla 11:
Promedios del Inventario de Estrategias de Autorregulación
Categorías
Acceso a dispositivos tecnológicos
No
Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR)
2,52
2,23
Organización del Entorno (OE)
3,90
3,88
Búsqueda de Información (BI)
3,48
3,44
Organización de la Tarea (OT)
3,69
3,70
Fuente: elaboración propia
Con base en lo antes mencionado se debe considerar el criterio de Toro (2017) para quien,
las TIC favorecen el aprendizaje significativo, debido a que por medio de su uso constante
se desarrollan las estrategias de lectura, creatividad y comunicación en los estudiantes.
Conclusiones
Se determi que diversos autores coinciden en que las TIC juegan un papel esencial
dentro del desarrollo del aprendizaje autónomo de los adolescentes, aunque esto ha
supuesto un desafío para las unidades educativas, al identificar la necesidad de incorporar
este tipo de herramientas como fuente de desarrollo del conocimiento, en un entorno
pedagógico de interacción, s participativo, donde la innovación educativa y la
creatividad han tomado un espacio esencial dentro de la formación académica.
Los autores consultados consideran que las TIC han permitido una interacción más
estrecha entre estudiantes y profesores, propiciando un entorno de cooperación en el que
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se adaptan nuevos sistemas de aprendizaje, al tomar en consideración la gama ilimitada
de recursos educativos que brindan las herramientas tecnológicas. En ese sentido, se
percibe que el aprendizaje logrado sea más constructivo, participativo, activo, autónomo,
creativo y reflexivo, conllevando a su vez al desarrollo de actitudes de búsqueda,
investigación, exploración, descubrimiento, comunicación, intercambio y colaboración
dentro de un modelo educativo en el que el docente cobra mayor importancia.
Las TIC permiten solucionar problemas en los entornos educativos, como es el caso de la
comprensión lectora al ser en este caso de utilidad en la implementación de estrategias
para indagar, consultar, y navegar en la web, amismo han desarrollado la autonomía
del estudiante, al pasar de ser receptores de la información a ser actores y constructores
de su propio conocimiento, que intervienen en su propio aprendizaje, dominando su
entorno y clasificando los niveles de información a los que desea acceder.
Se identificaron una serie de indicadores para la obtención de información desde la
aplicación de instrumentos. Como en lo referente a ser aplicado el Inventario de
Estrategias de Autorregulación o escala SRSI-SR, compuesto de cuatro categorías:
Hábitos Inadecuados de Regulación (HIR), Organización del Entorno (OE), Búsqueda de
Información (BI) y Organización de la Tarea (OT), cada una con diferentes ítems que
permiten conocer cómo el estudiante se autorregula con base a sus necesidades y cómo
responde a factores exógenos en función del aprendizaje autónomo.
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