“Desde las últimas décadas del siglo pasado, se ha producido una revolución tecnológica
a escala mundial que ha dado paso a una sociedad informacional, definida por la
generación, la gestión y el uso de datos” (Giones y Serrat, 2010, p. 1). En este tiempo,
podemos decir que los cambios tecnológicos son los que han dado la pauta para que la
educación también tenga una sacudida en todos los sentidos porque, así como muchos
valoran y ponderan poder realizar trabajos con los recursos encontrados de un alto nivel,
también están quienes en lugar de tomarla como una fortaleza convierte el uso de estos
recursos en una debilidad, al no hacer una curaduría de los datos.
Desarrollo de destreza comprensión lectora en la escuela.
“Esta destreza es prioritaria debido a que las personas están cada vez más expuestas a
textos de disímil calidad o a contenidos con información inexacta o sesgada,
especialmente en internet” (Organización de las Naciones Unidad para la Cultura, las
Ciencias y la Educación-UNESCO, 2020).
En la práctica, a pesar de ser una de las destrezas a desarrollar inmersa en todos los
ámbitos del saber, no se logra que los alumnos sean más críticos o que alcancen a
interpretar los contenidos a profundidad. No sólo en el área de Lengua y Literatura se
destaca esta destreza lectora, sino en todas las áreas del conocimiento, debido a su
transversalidad con los otros campos curriculares.
“Ecuador tiene un 43% de población lectora, frente al 92% en España o al 77% en
Colombia. De ese porcentaje de lectores, el 52,2% dedica su tiempo a la lectura de libros,
mientras que un 37,7% lee periódicos y un 3,7%, revistas” (Menéndez, 2019, p. 3).
Realidad que muestra cómo Ecuador tiene una población indiferente frente al desarrollo
de la destreza de la lectura. No se completa el 50% sino que mantiene un margen inferior
preocupante y prevé más exigencia a los docentes para buscar mecanismos que corrijan
estas falencias.
Actualmente, son muchos los desafíos que tiene la educación en el proceso de la
enseñanza-aprendizaje. Por lo que se hace necesario la implementación de varias
estrategias metodológicas para, de esta manera, poder construir un aprendizaje
significativo. “La práctica lectora puede tener varios fines: entrenamiento, cumplimiento
de obligaciones, informativos, aprendizaje, por lo cual no se puede hablar de la
generalidad de la lectura sino de la práctica lectora” (Moreira y Rodríguez, 2020, p. 4).
Estrategias metodológicas para el manejo de la información.
“La formación de una ciudadanía crítica, participativa y comprometida, propia de la
enseñanza de las ciencias sociales, requiere del desarrollo de competencias para leer más
allá de las líneas y poder cuestionar, interpretar y valorar las informaciones” (Collazo, et
al., 2020, p. 210). Dentro del ámbito educativo, la clave es innovar a la par de los cambios
constantes que dan las plataformas en Internet, para realizar un buen manejo en la
selección de la información.